¿Como se trata la Otitis Seromucosa?
El
tratamiento busca la restauración de la fisiología del sistema de ventilación
del oído medio, restaurando el equilibrio de presiones entre el exterior, oído
medio y rinofaringe, ello debe conducir a la eliminación del líquido
intratimpánico, mejorando la audición del niño y finalmente prevenir la
recidiva del problema.
Dentro de
las modalidades de tratamiento, el tratamiento médico se considera poco
exitoso para tratar las otitis medias seromucosas, máxime cuanto más
establecidas se encuentran.
Se han
empleado corticoesteroides, que solo resultan útiles en casos no cronificados.
Aunque se
han usado, y se sigue usando, sobre todo en Atención Primaria, antibióticos
para su tratamiento, estos no tienen aplicación salvo en el contexto de un
episodio infeccioso agudo bacteriano, generalmente por Haemophilus
influenzae, Moraxella catarrhalis y Streptococcus pneumoniae,
evitando el empleo de pautas prolongadas de antibióticos, que no son efectivas
y solo pueden ser origen de resistencias bacterianas.
El empleo de
antihistamínicos, descongestivos, inmunomoduladores o mucolíticos no tienen
aplicación en otitis serosa, reservándolo para los cuadros paralelos que
pueden presentar como alergias, etc.
Los sistemas
de fisioterapia tubárica como mecanismos de autoinsuflación pueden tener
aplicación, sobre todo en adultos, pero no es fácil que el niño mantenga el
tratamiento, pudiendo en ocasiones, con las precauciones debidas y con edad
suficiente para ello, recomendar hinchado de globos con supervisión.
La escasa
utilidad del tratamiento médico y la tendencia habitual a presentar un
carácter autolimitado llevan a proponer observación y prevención de
complicaciones en caso de que no sufran repercusión auditiva que cause retraso
académico ni presencia de riesgo de complicaciones. Se valorará la antigüedad de
los síntomas y en casos recientes se propone control cercano y reevaluación a
los 2-3 meses, considerando previamente la presencia de factores de riesgo de
cronificación como hipoacusia de mayor severidad que sea mayor de 30 dB en el
lado mejor, implantación previa de drenajes o marcada hipertrofia adenoidea.
En ciertos
casos se opta por un tratamiento quirúrgico, sobre todo en niños con factores
de riesgo o en los que, pese a no tener factores de riesgo, persiste más allá
de 3 meses la otitis serosa, confirmada con otoscopia, sobre todo si tiene
persistencia de hipoacusia mayor de 30 dB. En caso de menor pérdida se puede
consensuar con los padres y hacer un nuevo seguimiento y reevaluación.
En caso de
factores de riesgo asociados se recomienda adelantar la actitud quirúrgica y
en caso de diagnóstico otoscópico y impedanciométrico si el umbral es
auditivo es mayor de 25 dB se propone cirugía.