Estos estudios exponen al paciente a una serie de aromas
conocidos y se estudia la capacidad para detectarlos e identificarlos.
Existen diferentes formas y sistemas de realizar
el estudio, dependiendo por un
lado de la forma de detectar la olfacción, por métodos
neurofisiológicos, de escasa aplicación clínica o por métodos psicométricos, mas aplicables en la clínica. Por
otro lado también existe mucha variabilidad en función de la forma
de exponer la sustancia odorífera al paciente,
así como por factores culturales, pues
los aromas asociados a las diferentes culturas también tienen notable variación.