La Ecografía es
la principal herramienta de diagnóstico por imagen en patología de la glándula
tiroides. Consiste en la obtención de unas imágenes por la detección de la
reflexión de ondas de ultrasonido de alta frecuencia (10-14 MHz) sobre las estructuras del organismo, en
este caso del cuello, y un ordenador las procesa generando una imagen que
representa la forma, estructura y densidad de las zonas dentro del cuello y
dentro de la glándula.